FMF - Foro de Mineralogía Formativa

[Frederic Varela]

“Lo any 1704 al mes de dezembre, lo die 25 que comptam lo die de Nadal, ......se veyhé una senyal al cel molt escarrifós y espantós, que no.l veyé ninguna presona cristiana que no tingué por y gran susto de Déu NostreSentor, y lo senyal jo Miquel Batlles lo vax veure..... I.s que dita senyal, tot en sarè que no.s veya cap núvol en lo món, y féu clarejà la terra com un llampech, y aleshores alsí lo cap al cel y vatx veure un tros de cel bon y obert ab un forat rodó.... y se veya dit forat tot vermell de foch molt ardent, y estigué obert lo espay de un credo, y lo fum que.n va axí estigué més de una hora y mitge antasno deshapagué, y en continent que la senyal del foch agué deshaparagut, se sentí dal del cel com un tir d’artilleria y de aquex un altre u altre y després comensaren a sentir los tirs espessos, que de ninguna menera se posquien comptar, y després se resolgueran dits tirs com una bonió de mal temps y això durà dit suroy dalt el cel lo espay de un quart de hora, y sempra se sentia sobra lo cap de una homa allà de hont se veyé lo senyal del foch, y tottom espantat de veure lo que.s veya y sentir lo que sentia, tot en sarè dalt del cel, y ab algunas parts digueran que aleshores ab la bonió caygueran unes pedras negres del cel que passaven tres lliuras u altres dues y mitge. “

“En el año 1704, en el mes de diciembre y el dia 25, dia de Navidad se vio una señal horrorosa y espantosa en el cielo, que no la vió ninguna persona cristiana que no tuviera miedo y gran susto de Dios Nuestro Señor, y esta señal, yo Miquel Batlles la vi en el cielo despejado sin ninguna nube, hizo clarear la tierra como un relámpago y entonces levanté la cabeza hacia el cielo y vi una parte del cielo abierto con un agujero redondo, y se veía este agujero rojo de fuego ardiente, y permaneció abierto por espacio de un Credo , y el humo que de allí salió se mantuvo más de hora y media hasta que no desapareció, y se oyó arriba en el cielo como un disparo de artillería, y luego otro y otro más, y luego empezó a oirse como un hondo rumor de tormenta y duró el ruido en el cielo como un cuarto de hora, y siempre se oía sobre las cabezas allí donde se vió la señal de fuego, y todo el mundo asustado de ver lo que se veía y de escuchar lo que se escuchaba, en un cielo completamente sereno. Y algunos dijeron que con el rumor cayeron unas piedras negras del cielo que pesaban 3 libras unas y otras dos libras y media.”

Esta es la descripción en catalán arcaico y su traducción más o menos aproximada que Miquel Batllés i Torres, heredero de la masía de Can Torres de Matadepera, dejó escrita en un libro de notas del paso de un bólido sobre el cielo de Catalunya y de la caída de algunos aerolitos en la cercana ciudad de Terrassa. Era el año 1704, concretamente el dia 25 de diciembre, día de Navidad a las 5 de la tarde. Hacía tres años que había empezado la Guerra de Sucesión y para la mayoría fue un mal augurio.
De este fenómeno se tenia constancia por diversa fuentes escritas como ésta, que se habían conservado. Se desconocía que había pasado con los fragmentos recogidos y se daban por perdidos.

Pasamos ahora a otro personaje, Juan Salvador Riera (1683-1726), botánico y farmacéutico. Los Salvador fueron una familia de farmacéuticos y naturalistas barceloneses que, desde principios del siglo XVII a mediados del siglo XIX, reunieron una biblioteca y unas colecciones científicas muy importantes en lo que entonces se llamaban Gabinetes de Historia Natural. Se considera que fue el primer "museo" abierto al público en Barcelona y era frecuentado por los científicos de la época. Los fondos de la colección eran de lo más variado, tal como se estilaba en estos gabinetes. Constaba de una biblioteca, un herbario (actualmente el más antiguo de España), documentos manuscritos, colecciones de moluscos, fósiles, minerales y diversos vegetales y animales disecados. Cuando Josep Salvador heredó la colección familiar se dedicó por completo a ella, y fue el máximo responsable de la configuración de las colecciones Salvador, tal como llegaron hasta nosotros. Por lo que hace referencia a los minerales, Jaume Salvador, el padre, fue la persona que introdujo en la colección familiar una pequeña cantidad de ejemplares de mineralogía de calidad media en la que primaban las muestras significativas como recursos del territorio más que como ejemplares estéticos.
Las colecciones de los Salvador se trasladaron a mediados del siglo XIX a una masía del Penedés y allí quedaron olvidadas en un desván. Fácilmente podían haberse destruído o desperdigado como ocurrió en la mayoría de ocasiones, pero casualmente Pius Font Quer, insigne botánico, farmacéutico y químico las encontró y consiguió, en 1937 que la Generalitat de Catalunya las incautara (era en plena Guerra Civil) y las depositara en el Instituto Botánico de Barcelona. En 1940, el Ayuntamiento de Barcelona las adquirió y las ha mantenido desde entonces en esta institución.
Gran parte de las subcolecciones se han ido estudiando a lo largo de los años, quedando para el final la de minerales y rocas. La colección de minerales se encuentra guardada en unos armarios de madera que hacen parte de una vitrina, junto con la biblioteca y otros objetos. Podemos leer la descripción de la colección de minerales en “Museos y colecciones mineralógicas catalanas: historia, gestión, divulgación y patrimonio”, Tesis Doctoral de Catalina Restrepo:
“Los armarios están compuestos por diferentes cajones, cada uno de ellos subdivididos por separadores de madera, que están numerados. Son seis, el total de cajones dedicados a la colección mineralógica y no están ordenados tal y como lo estaban inicialmente, ya que las numeraciones de las muestras eran consecutivas. Los cajones con muestras mineralógicas están mezclados con ejemplares malacológicos, paleontológicos, corales, pastillas y otros. Son pocos los ejemplares que conservan las etiquetas originales y la gran mayoría no corresponden con la muestra, posiblemente éstas se intercambiaron durante el traslado y no han sido verificadas por ningún experto.
La mayoría de los ejemplares son minerales comunes: azufre, cuarzo, calcopirita, cinabrio, malaquita, azurita, caolinita, limonita, pirita, magnetita, goethita, galena, hematites, marcasita (deteriorada), oropimente, moscovita, clorita, turmalina, amianto, serpentina, granates, yeso, halita, entre otros.
Muchas muestras no tienen etiquetas y son pocas las localidades que se encuentran referenciadas en ellas. Entre las poblaciones catalanas se mencionan: Cardona, Montjuïc, Vic, Cerdanyola, Sant Martí Sarroca, Sant Joan de les Abadesses, Campins en el Vallès. De otras regiones de España encontramos las Minas de Hierro de Andalucía, Granada, Alcaraz, Teruel, Río Tinto, Cartagena, Linares, Murcia y Mallorca. Hay muestras de otros países: Francia (París), Italia (Sicilia), Inglaterra (Londres) y Cuba (Villaclara y Santiago de Cuba).”

¿Y cual es el nexo entre el aerolito que cayó en Terrassa en 1704 y la colección Salvador? Hace pocos años empezó la catalogación de los fondos geológicos y mineralógicos de la colección. Y entre estos fondos aparecieron dos fragmentos de un aerolito de 50 y 34 gramos de peso respectivamente que se encontraban dentro de un frasco de cristal con una etiqueta incompleta y medio borrada donde se podía leer:
( Pe [d] ra [que ca] ygué d’un [..] [..] u es [..]en [..]y 1704).
Puede verse una imagen de las muestras tal como se encontraron aquí.
Estas muestras de aerolito han sido estudiadas por Jordi Llorca, Director del Centre de Recerca en Tecnologia Multiescala de Barcelona de la UPC y miembro del Institut d’Estudis Catalans, Marc Campeny, Conservador de Mineralogia del Museu de Ciències Naturals de Barcelona, Neus Ibañez Cortina, Conservadora del Gabinet Salvador de l’Institut Botànic de Barcelona, David Allepuz, de l'Observatori de Sant Julià de Vilatorta, Josep Maria Camarasa, del Seminari d’Història de la Ciència Joan Francesc Bahí. Fundació Carl Faust, Josep Aurell Garrido, col•laborador de l'Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont.
Destacar que Jordi Llorca y David Allepuz son dos reconocidos expertos e investigadores de aerolitos de nuestro país con un gran número de estudios y publicaciones realizadas.
Dicho estudio ha culminado con la publicación de un artículo en la revista Meteoritics and Planetary Science:
Llorca, J., Campeny, M., Ibáñez, N., Allepuz, D., Camarasa, J.M. and Aurell‐Garrido, J. (2020), The meteorite of Barcelona (1704): History, discovery, and classification. Meteorit Planet Sci, 55: 705-725.
El estudio contiene una descripción petrográfica y geoquímica que ha revelado que los fragmentos, constituidos mayoritariamente por silicatos y pequeñas partículas metálicas corresponden a una condrita ordinaria, lo que indica que el aerolito proviene de un asteroide primitivo entre las órbitas de Marte y Júpiter. El aerolito es el séptimo más antiguo que se conserva en todo el mundo y el tercero más antiguo conservado en Europa. Para su estudio se ha usado tomografía de rayos X, microscopia electrónica y microsonda electrónica.
Los autores han comparado los restos del aerolito de Barcelona con los cuatro aerolitos que se conoce que han caído o se han encontrado en Cataluña. (Caídos: Nulles, Alt Camp, 1851 y Cañellas, Garraf,1861; Encontrados: Girona, 1899 y Garraf, 1905). Claramente, el estudio concluye que ninguno de estos fragmentos pueden ser confundidos con el aerolito del 1704.

Así pues una bonita historia y un hallazgo providencial del que se han hecho eco en el dia de hoy la mayoría de medios de comunicación generalistas y que a mi modo de ver pone en valor el coleccionismo y las colecciones antiguas como fuente de futuros estudios científicos .


Fuentes de donde se ha extraído la información:

Restrepo, C. (2011): Museos y colecciones mineralógicas catalanas: historia, gestión, divulgación y patrimonio. Tesis Doctoral. Universitat Politécnica de Catalunya

Salvadoriana. Catálogo de la exposición 2014-2016. Museu de Ciències Naturals de Barcelona

Galí Barba, J.B. (1993): Llibre de notes dels hereus de can Torres de Matadepera. 1699-1824 . TERME.núm. 8, p. 29

Aragonès Valls, E. (2008): El meteorit de Terrassa. TERME núm. 23, CEHT i AHCT.

Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont
https://www.icp.cat/index.php/ca/sala-de-premsa-4/noticies-icp/item/3031-meteorit-barcelona-1704-pep-aurell-icp

[Frederic Varela]

Aquí se puede acceder al artículo completo en Meteoritics and Planetary Science.