FMF - Foro de Mineralogía Formativa

[Jordi Fabre]

En la edición Mayo-Junio 2006 de la revista americana Mineralogical Record se publicó un artículo en el que cuatro autores (yo soy uno de ellos) dan sus puntos de vista sobre las ventajas e inconvenientes de la venta de minerales por Internet.

Leer artículo: https://www.fabreminerals.com/include/10th-anniversary/M_Record/pagina_1.php

Nos gustaría que el debate generado en ese artículo tuviese continuidad en este foro, por lo que quien quiera participar puede hacerlo libremente escribiendo una respuesta a este tema.

[Jmiguel]

Hay ventajas y hay inconvenientes.
En primer lugar hay que decir que para salvar el problema de que una foto no es el mineral, es preciso saber realizar las preguntas adecuadas al vendedor. De manera intuitiva, en una feria de minerales, podemos comprar uno porque de manera sintética nos gusta, y no despiezamos sus cualidades. Pero para comprar por internet es necesario descomponer las cualidades de un mineral en diversos conceptos: brillo, forma, color, inclusiones, contrastes, etc, y una vez obtenidas las contestaciones, formarse una imagen mental de la pieza y llegar a una conclusión. No es tarea fácil. Pero se puede hacer.
Si el vendedor es un buen profesional, como es el caso de Jordi Fabre, uno puede obtener la información deseada, e incluso el consejo. Pero esto no es siempre así. En general se tiende a ocultar los posibles defectos de las piezas, y el vendedor intentará venderte el mineral. En ocasiones habrá preguntas a las que no responda, esto es muy posible que signifique que la pregunta no respondida tiene en realidad una respuesta negativa, y en otros casos puede intentar minimizar los problemas de la pieza y aumentar sus virtudes. Debo decir que generalmente desespero a los vendedores de internet con mis preguntas. ¡Ah!, y que si la pieza no me gusta, la devuelvo. Aunque a veces es cierto que puede dar pereza hacerlo, y que hay un gasto. Y en alguna ocasion puede haber algun factor para quedarme con ella aunque no me guste. Otro tema es el de las fotos que aparecen retocadas por algun programa de imagen; aquí el principal peligro es el relativo al color. El verdadero color de la pieza es lo más difícil de conocer a través de una foto de internet. Las sutilezas del brillo también son practicamente imposibles de detectar. Todo hay que fiarlo a las respuestas. En general las roturas suelen ser minimizadas. Y en esto hay que ser exigente.
Dicho todo ésto, opino que por supuesto lo mejor es comprar los minerales en las ferias, con la visión directa de los mismos. Sin embargo, a no ser que las ferias estén cerca de casa, el viaje y el tiempo empleado en él hace que el mineral se encarezca considerablemente. Aquí la compra por internet es una gran ventaja. Si no fuera por internet, yo no tendría muchas de las piezas que tengo, porque me habría sido completamente imposible localizarlas en las ferias próximas a mi ciudad. A través de internet he podido conseguir tipos de piezas que jamás he visto en las ferias de mi país.
Eso es una ventaja extremadamente importante. Piezas inusuales que he ido encontrando desperdigadas en distintas web. Otra ventaja muy importante es el caso de páginas web especializadas en un tipo de mineral que sea de tu interés. Y sobre todo: páginas de un país donde se obtiene el mineral que tu andas buscando: en este caso es posible conseguir piezas imposibles en tu feria a precios que pueden ser mucho más bajos de lo habitual.
Yo creo que el ahorro en viajes, la posibilidad de obtener el mineral en el pais de origen a precios más baratos, incluso directamente de las minas, y las páginas web especializadas en un tipo de mineral determinado, son las ventajas más importantes.
Por supuesto quedan las páginas de minerales que se distinguen por su profesionalidad y a las que uno puede acudir en cualquier momento como si de una feria se tratara, cuando las ferias están o lejos en el tiempo o lejos en lugar, una web donde se puede encontrar una gama variada de piezas y donde tienes la seguridad de ser atendido con plena confianza, como en el caso de la presente página.
En relación con los precios, veo en internet algunos precios francamente desorbitados. Y tengo la sensación de que en las ferias locales son bastante más baratos. Y una impresión más, que me gustaría saber si es cierta o no: la calidad de las piezas que se pueden encontrar en internet ha descendido considerablemente. Hace unos años se podían encontrar algunas cosas que hoy ya es imposible ver. No se muy bien a qué se debe, pero es lo que veo.
Lo cierto es que internet me ha brindado la posibilidad de conocer la minerales de una forma imposible de haberme limitado a las ferias. Se ven descripciones, puedes comparar precios, lo tienes ante tí más allá de la visita efímera a la feria. Sin embargo, como ya he dicho anteriormente, la cautela es esencial.
Bueno, son solo unas reflexiones aprovechando la oportunidad que brinda este espacio.
Un abrazo a todos a quienes interesa el reino mineral.

[Carles Curto]

Estoy convencido de que la generalización del comercio de minerales a través de Internet, a la larga y para el aficionado, va a resultar positiva.

Lo digo porque si bien es verdad que el comercio directo permite el contacto con el ejemplar, la adquisición también está mediatizada por otros imponderables, que pueden hacer que, a posteriori, no sea satisfactoria. El estado anímico, los comentarios, la iluminación más o menos efectista, incluso la mayor o menor cantidad de dinero en el bolsillo en un determinado momento, son condicionantes que pueden ser muy poderosos.

Solo conozco una receta para el mayor grado de acierto, y esto sirve tanto para nuestra elección tanto en Internet como en cualquier tienda del ramo o en una feria, y consiste en la suma de un buen grado de conocimiento de los minerales (que no necesariamente de la Mineralogía, aunque parezca una paradoja) y la forja de un criterio propio sobre qué representa para cada uno el coleccionar y cómo se quiere coleccionar.

Afortunadamente, en la actualidad, las fuentes de información, tanto las más técnicas como las más generalista, son innumerables y Internet, una de ellas, ofrece la posibilidad de contrastar calidades, existencias y precios.

En general hay una especie de idea fija sobre que los minerales son caros. Creo que no es verdad y comentaré por qué. Debemos partir de la base que coleccionar no és una necesidad básica, por lo que se suele destinar a ello los recursos que nos sobran. Por otra parte, admitamos el alto grado de variabilidad en la calidad para una única especie mineralógica y que en general el gusto personal nos lleva a los ejemplares de calidad mayor (y, en general, de precio más alto).

Los minerales, al no depender de un soporte, como los libros o los discos, ni tener una morfologia definida, como las conchas y caracoles, no están sujetos a baremos más o menos fijos y, por lo tanto, su precio es muy variable. En las ferias locales, donde el equilibrio entre demanda y oferta suele estar a favor de esta última, los precios quizás son algo más altos, mientras que en las grandes ferias internacionales el equilibrio se invierte y es relativamente sencillo obtener ejemplares a costos razonables.

También es verdad que en los últimos tiempos han proliferado, los llamados "minerales fashion", que se ofrecen en Internet, pero sobre todo en las tres o cuatro grandes ferias mundiales, a precios desorbitados. Bien, el tiempo pone a todos en su sitio, pero una cosa está clara, y estoy seguro que los comerciantes profesionales, lo tienen muy claro: un cliente insatisfecho, es un cliente que no repite.

Desde mi punto de vista no es la cantidad de ceros lo que determina que un ejemplar sea o no caro, sino el citado equilibrio calidad-rareza-precio.

[Jordi Deusedes]

Internet es una herramienta que se puede usar como se quiera, tanto por parte de los comerciantes como de los coleccionistas o por parte de quien sea. Es lo que es, y el hecho de que exista es absolutamente fantástico.
La cuestión es aprender a sacarle el mayor provecho, que es en lo que se centran todas las opiniones y en lo cual como en todo en la vida es muy clarificador el aplicar el sentido común. Un sentido común que puede quedar afectado por el afán de conseguir piezas nuevas y por la excitación del deseo de poseer una pieza y decidir si nos gastamos un dinero en ella o no, sobretodo antes que se la lleve otro.
Es verdad que quizás la mayoría de los precios que vemos en los minerales sean justificados y de hecho no sean caros aunque solo sea por las simples leyes del mercado de oferta y demanda. Pero está claro que aunque no sean caros (si un mineral es bonito y deseado y encima escaso, es normal que tenga un precio alto), lo cierto es que valen dinero. Estoy seguro de que en muchos casos se hace un esfuerzo económico por conseguir una pieza deseada.
Caso aparte es el de quien se lo pueda plantear como una inversión de la que sacar un beneficio económico en el futuro.

Jordi Deusedes

[Francesc Fabre]

He leído con atención las opiniones e intervenciones que ha suscitado el artículo publicado en la revista The Mineralogical Record, cuya traducción apareció como uno de los primeros temas destacados de este forum. Tanto las intervenciones del artículo como los comentarios a él referidos se centran detenidamente en la relación de confianza que debe establecerse entre el comprador y el vendedor para substituir la verificación física del mineral "sosteniéndolo en la mano", así como las distintas estrategias que los vendedores por Internet aplican a su negocio para establecer y mantener un nivel de confianza suficiente.

Algunas observaciones, también, se refieren al trabajo del fotógrafo que debe servir una imagen del mineral lo más parecida posible a la realidad. Pero este tema sólo se toca de paso y casi como si las dificultades de la fotografía mostrada por Internet fueran un mal menor que hay que aceptar con resignación. Hay varias alusiones, por ejemplo, a los comentarios que aparecen en las descripciones: "la foto no hace justicia..."

Desde mi trabajo profesional, centrado de una forma muy especial en la publicación de fotografías de minerales en Internet, quisiera ahondar más en este tema, pues creo que los requerimientos peculiares de la escasa capacidad gráfica de este medio obligan a un tratamiento muy especial de la fotografía de minerales, totalmente distinto al de los formatos clásicos de la diapositiva, la copia fotográfica o la impresión offset.

Como pienso que hay muchas más personas que se enfrentan a este problema, quisiera aprovechar la oprtunidad que ofrece este forum para abrir una nueva ventana al universo de las ventas por Internet: las exigencias y los peligros de la manipulación digital de las fotografías de minerales que se publican en Internet.

Francesc Fabre