FMF - Foro de Mineralogía Formativa

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2.2.- Separación de la plata y el plomo.

Para esta segunda etapa metalúrgica se necesita otro tipo de horno.
Se comienza con la separación de la plata y el plomo mediante la oxidación del plomo.
El horno está constituido por una cúpula de arcilla con aperturas dotadas de puertas que permiten el acceso al interior y su vigilancia, además de la colocación de un fuelle.

La mezcla de plomo y plata se coloca en un pequeño recipiente con forma de taza que se mete en el horno cargado de madera.
Se necesita una temperatura de 1.000 ºC para que la mezcla fusione, es decir, llegue al estado líquido.

A partir de este momento el encargado de la fase va a inyectar aire bajo la cúpula ayudado por el fuelle.
Al contacto del aire, solo el plomo va a oxidarse y a transformarse en litargirio. Este litargirio, cuya densidad es menor, va a flotar por encima del baño de fusión.
Y según se va formando el litargirio, es retirado manualmente introduciendo en el horno unas barras de metal que se pegan a la superficie del baño en cada recipiente, y a las que se adhiere.
Las barras se sacan del horno con el litargirio pegado a ellas y este se retira de las barras una vez fuera del horno.

A medida que el encargado retira el litargirio, el baño de fusión se enriquece de plata.
Esta etapa es repetida las veces que sean necesarias hasta que solo queda plata en el fondo del recipiente.

Al final de estas dos etapas del proceso metalúrgico se consigue por fin plata pura.

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8.- EL PLOMO


El plomo obtenido en este proceso también ha sido utilizado en variedad de cometidos.
Sin embargo, al final del proceso anterior tenemos litargirio en lugar de plomo. Hay que volver a calentar el litargirio para que se transforme en plomo.
Ya hemos mencionado que el plomo se utilizaba para techar edificios, para formar vidrieras, para confeccionar tuberías por las que transportar fluidos y para hacer piezas de vajilla.

La utilización del plomo de Melle aparece en un texto del siglo IX. En la “Gesta Dagoberti”, una crónica sobre la vida del rey Dagobert, se menciona que se han consagrado 8.000 libras de plomo para la construcción del techo de la abadía de Saint Denis en París.

Además, el arte de la vidriería ya existía en Francia a mediados del siglo VI y las vidrieras de las ventanas de las iglesias se mantienen unidas por marcos de tiras maleables de plomo que se ajustan a los contornos y pueden durar siglos en buen estado.

El plomo es el material clásico para ensamblar las piezas de vidrio de las vidrieras, ya que se derrite fácilmente y permite la flexibilidad necesaria para crear diseños detallados.
Las piezas de vidrio coloreadas que se ensamblan para las vidrieras se unían con varillas de plomo llamadas cañuelas.

En la técnica tradicional llamada emplomado, se utilizan tiras de plomo con forma de "H" para unir las piezas de vidrio cortadas. Y una vez montada la vidriera, las uniones de plomo se sueldan con estaño. Después se sella la estructura con masilla para impermeabilizarla y darle resistencia.

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9.- EMISIÓN MONETARIA


La plata extraída de la galena de Melle únicamente servía para la fabricación de moneda.

Melle, además de ser la mina más grande del Imperio carolingio, fue una de las mayores casas de moneda.
La acuñación de monedas de plata en Melle, en el corazón de Francia, fue un pilar para el reino merovingio, mientras que los carolingios continuaron la tradición. Ya se ha mencionado que se calculan unas cuatro toneladas anuales de plata producida en Melle.
Cada moneda pesaba cerca de 1,6 gramos, lo que eleva a dos millones y medio al año el número de monedas producidas por el taller monetario de Melle.

En el último inventario numismático se cifraban en 10.004 las monedas encontradas actualmente con la inscripción de Melle, mientras que solo se han identificado 244 de un taller como el de París.
Y se han encontrado denarios carolingios por toda Europa, desde Suecia y Escocia a las Islas Baleares.

El taller de Melle era uno de los diez autorizados en el Reino Francés por el Edicto de Pistres. En este texto legal que data del año 864, el rey Carlos el Calvo (nieto de Carlomagno) limitó a 10 el número de casas de moneda que podían acuñar moneda en todo el imperio y pone a Melle al mismo nivel que los talleres monetarios de Reims, Sens, Narbona, Orleans y París.

En Melle se fabricaron dos tipos de monedas.
El “denario””, moneda que circulaba por toda Europa, y el “óbolo” que tiene un valor de la mitad de un denario. El óbolo fue puesto en circulación bajo el reinado de Luis I el Piadoso, hijo de Carlomagno, para facilitar la vida al dividir el alto valor del denario.

Nos comenta la guía que en Francia al dinero se le llama “argent” y es debido a que minas como esta produjeron plata para monedas durante siglos por lo que el dinero terminó tomando el nombre del elemento. Igual que en ciertos lugares de Sudamérica donde hablan de plata o platica.


SISTEMA MONETARIO CAROLINGIO
Comenzando en el 793 Carlomagno va a dar una precisa definición para crear el sistema standard europeo para la plata. Él mismo decide que habrá 240 peniques en una libra.

Libra carolingia = 400 g aproximados
Penique carolingio = 1,6 g

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ELABORACIÓN DE LAS MONEDAS:

La plata una vez recogida, se vuelve a fundir y se vierte en unos recipientes que le dan forma de lingote.
Los lingotes son los enviados al taller monetario.

En estos talleres los lingotes van a ser laminados y trabajados para obtener una fina hoja de plata de menos de 1 mm de espesor.
La hoja resultante es recortada en varios pequeños cuadrados que luego serán redondeados a mano conformando lo que llaman el ”flan”.

Estos “círculos de plata” o flanes son la base de la moneda. Para tomar su nombre de moneda y su valor, hay que acuñarla.
Para esta labor, el monedero dispone de un martillo y dos matrices o troqueles grabados en hueco y en reverso que representan las dos caras de la moneda.
La matriz fija, llamada “bastidor”, representa la cara y en ella encontramos siempre el nombre del taller monetario.
Y la matriz móvil representa la cruz y en ella encontramos el nombre del rey y, a veces, una representación iconográfica.
El monedero instala el flan entre las dos matrices y, con la ayuda de un martillo, lo golpea con lo que los grabados de las matrices aparecen entonces en ambas caras de la ya convertida en moneda.

Melle tuvo varios nombres en latín: Metallum y Metulo por ejemplo. Todos ellos significaban “yacimiento de metal precioso”. El nombre Metulo siguió apareciendo en la moneda que provienen de Poitou hasta que Ricardo Corazón de León ascendió al trono en 1.189.

La moneda dejó de acuñarse en Melle desde el año 950, realizando esta labor en Poitiers, Niort o Saint Jean D´Angély. Sin embargo, el nombre de Melle es el que aparece sobre estas monedas.



Bibliografía y Web consultadas:

1.- Folleto en español que proporcionan en la visita guiada.

2.- Vídeo “The silver mines”.
”The silver mines.

3.- Vídeo “The mines of the frankish kings”.
“The mines of the frankish kings”.


Las fotos de las tuberías de plomo del Museo Nacional Romano y de las vidrieras de la Catedral de Le Mans las tomé yo personalmente.
Las fotos que aparecen en menor tamaño en este hilo son extraídas de alguno de los dos vídeos mencionados, que son muy similares a los que se ven durante la visita.

[Antonio P. López]

Gran trabajo. Magnífico hilo Firmo.

Gracias por publicarlo.