Utilizamos cookies para mostrarle los contenidos según sus preferencias de navegación. Si continua navegando consideramos que acepta el uso de cookies. Más información. >

FMF - Foro de Mineralogía Formativa
Un punto de encuentro para intercambiar experiencias mineralógicas


Foro inglés






Temas y participaciones más recientes
27 Mar-22:31:11 Re: colección antonio carmona e inma ramos (Antonio Carmona)
26 Mar-11:30:35 Re: xxvi feria de minerales y fósiles de la unión (Pedro Antonio)
25 Mar-19:43:19 Re: colección marta lúthien (Marta Lúthien)
25 Mar-17:26:59 Re: el extraordinario museo mim de beirut, líbano - (57) (Museo Mim)
25 Mar-13:59:51 Re: escoria o mineral (Antonio Anrofe)
25 Mar-13:51:06 Re: me gustaría saber qué es (Foro Fmf)
25 Mar-10:52:14 Re: colección marta lúthien (Foro Fmf)
25 Mar-05:26:43 Re: me gustaría saber qué es (Marta Lúthien)
25 Mar-05:06:14 Re: colección marta lúthien (Marta Lúthien)
24 Mar-22:22:40 Me gustaría saber qué es (Pedro Mendez)
24 Mar-21:12:44 Vi feira de minerais de guláns - ponteareas - mayo 2024 (Antonio P. López)
24 Mar-20:37:16 Varias ferias de minerales europeas (Antonio P. López)
24 Mar-17:53:36 Re: colección museo mollfulleda de mineralogía de arenys de mar (fotografías p. Alonso) (Pere Alonso)
24 Mar-16:53:37 Re: minerales fluorescentes - (2) (James Catmur)
24 Mar-14:20:30 Re: escoria o mineral (Antonio P. López)
24 Mar-13:05:40 Escoria o mineral (Antonio Anrofe)
24 Mar-12:25:35 Re: minerales fluorescentes - (2) (Uvmineral)
24 Mar-12:06:09 Re: minerales fluorescentes - (2) (James Catmur)
24 Mar-11:49:59 Re: minerales fluorescentes - fluorapatito ‘esparraguina’ (Uvmineral)
23 Mar-21:34:07 Re: blogs de césar menor - las minas de la cuenca del guadiato (Foro Fmf)
23 Mar-21:33:37 Re: blogs de césar menor - las minas de la cuenca del guadiato (Foro Fmf)
23 Mar-21:32:33 Blogs de césar menor - las minas de la cuenca del guadiato (Foro Fmf)
23 Mar-21:14:21 Re: los vídeos de gonzalo garcía - casiano se hace minero. Capítulo 3 (Foro Fmf)
23 Mar-18:55:14 Re: colección marta lúthien (Marta Lúthien)
23 Mar-17:29:23 Re: goethitas en peñas de aya (Martillocincel)

Para ir a más temas y mensajes hacer clic aquí


RSS RSS

Ver mensajes sin respuestas

¿Cómo y porqué registrarse en el foro FMF?

Índice Índice
 F.A.Q.F.A.Q. RegístreseRegístrese  ConectarseConectarse
 {¿Olvidó su contraseña?}¿Olvidó su contraseña?  

Me gusta
160134


Fecha y hora actual: 28 Mar 2024 18:44

MTI Blog
23 Mar-20:01:00 Ludlamita de corta Brunita, La Unión, Murcia
15 Mar-18:27:00 Certamen de Oviedo 2024
Buscar por textoBuscar por texto   

Qué es y cómo funciona FMF

Normas generales y guía de uso de este foro

La información sobre yacimientos recogida en este Foro tiene como único propósito su referenciación. La visita a cualquiera de estos yacimientos requiere informarse previamente de las condiciones en que puede realizarse y si se requieren permisos previos. FMF está en contra de cualquier actividad irregular relacionada con la búsqueda de minerales.
Reto Florentino
  Ir a página 1, 2  Siguiente
  Índice -> El Club de los 10000
Me gusta


Ver tema anterior :: Ver siguiente tema  
Autor Mensaje

Isidro García Cigüenza




Registrado: 19 Jun 2010
Mensajes: 21
Ubicación: Serranía de Ronda

Ver perfil del usuario

Enviar mensaje privado

MensajePublicado: 27 Jul 2010 19:33    Título del mensaje: Reto Florentino  

Sr Manel: Ha conseguido usted ( https://www.foro-minerales.com/forum/viewtopic.php?p=43436#43436 ) quizás sin pretenderlo, alterar hasta el enfado el sosiego de mi siesta. Y créame, que pocas cosas hay tan sagradas en mi apocada existencia. Tres palabras han bastado, salidas todas de su boca, para trastornar el dulce sueño con que regalo mi cuerpo de las cuatro a las cinco en punto de la tarde, todas las tardes. “Quiero escribir una historia” dijo usted y se quedó tan tranquilo. Y no es usted consciente (¡dichosa juventud!) de que “habemos gente” que eso nos suena a reto, a tremendo desafío para quien, sin otra cosa mejor que hacer, nos hemos pasado la vida aspirando a lo mismo.
Pues bien, usted lo ha querido. Yo le conmino a usted, y a cuantos foreros quieran a aceptar el mismo reto: el de a presentar de aquí a un tiempo, ese imaginaria historia, ese omnipresente cuento. Y le diré aún más: Si recoge el guante que le arrojo propongo que el Sr. Fabre nombre jurado a los “Alcalde”, “Soldevilla”, “Salvan”, “Coutos” o “Varelas” que le venga en gana. Y que se haga un fondo común, con aportaciones voluntarias (comienzo yo ofreciendo dos esculturas en cerámica salidas de mi propia mano) para que el I Concurso Literario del FMF vea la luz.
Ya sé. Ya sé que jugamos con ventaja los que nos sumemos al envite. Usted ha revelado su hilo conductor, que es la luna. Yo no me quedaré atrás y así, a bote pronto y sin pararme a pensar en lo que digo le adelanto que el mío versará sobre las piedras del riñón (pues son las únicas de las que sé algo a partir de las que le acaban de extraer a un charlatán, amigo mío).
Seré sincero. No ha sido solamente su atrevida, que no insolente juventud la que me mueve al reto. Jamás pude imaginar que en un foro de “frikis” (¿se dice así?) como es este en el que estamos pudiera haber tanta calidad literaria; tanta fluidez de ideas, de pensamientos, de saberes… Y no es sólo con usted con quien estoy enfadado. Es con todos ellos, que me hacen revolverme y apostar, en el terreno que me apasiona: la escritura, que les proponga –que os proponga- escribir un cuento. Siquiera sea por nuestros hijos, por nuestros alumnos, por nosotros mismos.
Volver arriba
Responder al Tema Responder citando
Me gusta
   

Al mar




Registrado: 09 Abr 2008
Mensajes: 1182
Ubicación: Montes de Triano, Vizcaya, cerca de Cantabria


Acceso a Galería FMF title=

Ver perfil del usuario

Enviar mensaje privado

MensajePublicado: 27 Jul 2010 19:38    Título del mensaje: Re: Reto Florentino  

Isidro...los concursos con premio en FMF son dinamita pura...
Yo creo que es mejor hacerlo sin premio...
Volver arriba
Responder al Tema Responder citando
Me gusta
   

Jordi Fabre
Coordinador General del Foro



Registrado: 30 Ago 2006
Mensajes: 8638
Ubicación: Barcelona


Acceso a Galería FMF title=

Ver perfil del usuario

Enviar mensaje privado

MensajePublicado: 27 Jul 2010 22:49    Título del mensaje: Re: Reto Florentino  

Isidro García Cigüenza escribió:
Pues bien, usted lo ha querido. Yo le conmino a usted, y a cuantos foreros quieran a aceptar el mismo reto: el de a presentar de aquí a un tiempo, ese imaginaria historia, ese omnipresente cuento...

Estando de acuerdo con Al Mar en que concursos aquí mejor que no, habrá visto, Isidro, que hay una sección en este Foro que se llama "Literatura mineralógica" ( https://www.foro-minerales.com/forum/viewforum.php?f=29 ) y que por tanto es adecuadísima para colgar allí la historia que Ud. quiera, siempre que tengo algo que ver con mineralogía. Piense que en este Foro aún siendo "frikis" ;-) tenemos mucha manga ancha, de modo que por poco que se relacione con los piedros seguro que se lo acogeremos gustosos.

Jordi
PD: Si algún día tiene tiempo le sugiero ver los perfiles de usuario de los diferentes minernautas o buscar sus biografías por Internet. Verá que "frikis-frikis", mucho no somos...;-)

_________________
Todo suma
Volver arriba
Responder al Tema Responder citando
Me gusta
   

Manel Potter Agell




Registrado: 04 Ene 2010
Mensajes: 98
Ubicación: Blanes (Girona)


Acceso a Galería FMF title=

Ver perfil del usuario

Enviar mensaje privado

MensajePublicado: 27 Jul 2010 22:49    Título del mensaje: Re: Reto Florentino  

Sr. Isidro, tengo 13 años, no me trate de usted, me puede tutear sin ningún miedo.
Quería pedirle discuplas por haberle enfadado (aún no acabo de entender este súbito cabreo, pero yo me disculpo para no resultar grosero) y haberle "arrebatado" esa hora del tan preciado sueño. ¿Por qué no ha dormido? ¿Es que le molesta algo que haya podido decir? Únicamente he pedido información (porque no soy un súpercientífico de esos que sale por la tele) para escribir una historia nada técnica. Es solamente para divertirme.

Está claro que no aspiro a escritor (pobres lectores, si lo fuera). Tan sólo escribo para mí y para los que me rodean. Pero si lo quiere usted (y el jefe ;)), acepto este "reto" sin sentido en el que está claro que "perderé".

"de a presentar de aquí a un tiempo, ese imaginaria historia, ese OMNIPRESENTE cuento".
No estoy de acuerdo con lo que ha dicho. Cualquier historia que pueda escribir nunca será omnipresente, tan sólo habitará, como máximo, dentro de los límites de mi querido pueblo. (En el cual ocurren casi todas). Pero haré esfuerzos.

Si Jordi Fabre aceptara, no querría "luchar" por un premio. No creo justo dar un premio a una historia, porque cualquier historia que pueda presentarse al concurso merece un premio por el hecho de ser única (por muy mala que sea, el escritor la escribe con la esperanza que emana su pecho, sacando lo mejor de sí). Así que el mejor premio sería colgar su história en la página principal, o algo así...

"Su atrevida juventud" (atrevido en el buen sentido, ¿no?. Intento no ser arrogante. Me da mucha pena que los adultos estén enfadados con la juventud de hoy en día, de verdad. Hay una parte de esa juventud que sí, quizá no es muy morigerada. Pero creo que cuando se habla en general, se trata a todos los jóvenes como bichos raros. ¡Hay jóvenes "normales", por Dios!).

Fíjese si me ha impactado su mensaje, que me estoy perdiendo el espectáculo de fuegos artificiales de Blanes para escribirle una respuesta (usted no ha dormido y yo no disfruto de la Festa Major, fíjese que disparate).

Quizá todo ha sido un malentendido y soy un exagerado (porque, incontestablemente, también me he enfadado). Ojalá me comprenda: para nada quería molestarle.


Saludos :-|


PD: Pepe, yo también digo lo mismo ;)
Sr. Jordi Fabre, discúlpeme por haber publicado un mensaje sin contenido geológico. Si no lo cree conveniente, bórrelo.
Volver arriba
Responder al Tema Responder citando
Me gusta
   

Jordi Fabre
Coordinador General del Foro



Registrado: 30 Ago 2006
Mensajes: 8638
Ubicación: Barcelona


Acceso a Galería FMF title=

Ver perfil del usuario

Enviar mensaje privado

MensajePublicado: 27 Jul 2010 22:56    Título del mensaje: Re: Reto Florentino  

Manel Potter Agell escribió:
...Quizá todo ha sido un malentendido y soy un exagerado (porque, incontestablemente, también me he enfadado). Ojalá me comprenda: para nada quería molestarle...

Hombre, un clásico de Internet! ;-). Al ser lenguaje escrito y no ver a la persona con la que hablas, puede suceder como ahora que Manel no pille la fina ironía de Isidro.

Manel, Isidro te lo ha dicho de buenas, utilizando recursos literarios para hacerlo, seguro que ahora él te lo explicará mejor. Como bien dicen en Marruecos: "Makench Mouchkil" ;-)

_________________
Todo suma
Volver arriba
Responder al Tema Responder citando
Me gusta
   

Frederic Varela
Administrador



Registrado: 18 Nov 2008
Mensajes: 5200
Ubicación: Terrassa (Barcelona)


Acceso a Galería FMF title=

Ver perfil del usuario

Enviar mensaje privado

MensajePublicado: 27 Jul 2010 23:14    Título del mensaje: Re: Reto Florentino  

Manel, como te noto preocupado, te contestaré yo antes.
Isidro en su mensaje ha creado un ejercicio retórico que (no es extraño, a veces hasta a mí me cuesta) no has pillado. Mediante este enfado fingido, lo que hace Isidro es alegrarse de que una persona joven como tú quiera escribir una historia (¡rara avis!) y enamorado como pocos de la literatura, te lanza este reto "florentino" (como una esgrima dialéctica, vamos) para estimularte un poco.
Particularmente pienso que tus intervenciones en el Foro son de un interés y de una madurez que deben valorarse especialmente por tu juventud.
Así que no te preocupes, ha sido un malentendido intergeneracional sin mayor importancia, y te animo a que sigas en esta línea.
Saludos.

_________________
Frederic Varela Balcells
Grup Mineralògic Català
Volver arriba
Responder al Tema Responder citando
Me gusta
   

Manel Potter Agell




Registrado: 04 Ene 2010
Mensajes: 98
Ubicación: Blanes (Girona)


Acceso a Galería FMF title=

Ver perfil del usuario

Enviar mensaje privado

MensajePublicado: 27 Jul 2010 23:30    Título del mensaje: Re: Reto Florentino  

¡Vaaaaaaale! Gracias, Frederic.

Isidro, la próxima no me lo pongas tan difícil (algunas metáforas y basta, que no llego a tanto) ;-)
Volver arriba
Responder al Tema Responder citando
Me gusta
   

Isidro García Cigüenza




Registrado: 19 Jun 2010
Mensajes: 21
Ubicación: Serranía de Ronda

Ver perfil del usuario

Enviar mensaje privado

MensajePublicado: 28 Jul 2010 12:15    Título del mensaje: Re: Reto Florentino  

Sr. Manel: Todos los días procuro andar por mi cuenta diez o doce kilómetros por las empinadas cuestas de peridotitas de mi pueblo. Y no es sólo porque lo diga el “matasanos” de turno: lo hago por puro amor propio. Soy profesor de alumnas y alumnos de su misma edad y, basado en la doctrina de la escuela peripatética, me gusta compartir (que no impartir) las clases con ellos. Acostumbro a trabajar los distintos contenidos de Geografía, Historia, Lengua y Naturales caminando por el campo de deportes próximo y en frecuentes salidas por el monte. Cuando realizo estas últimas, los muchachos y muchachas de mi tutoría suelen porfiar conmigo de que “estoy viejo” (tengo sólo 58 años, pero como a muchos de ellos les he llevado a nacer al hospital de Ronda, me deben ver mayor) y también de “que no les gano” a subir y bajar las cuestas de esta indómita y abrupta Serranía…
En un estado de duermevela (la hora de la siesta) su deseo de escribir una historia lunar (selenelógica, que no geológica) me ha removido por dentro de tal modo que, asociando las porfías de mis alumnos, el lenguaje científico del foro, la calidad expresiva de sus participantes y la inteligencia curiosa suya, se me ocurrió -como bien han interpretado los Sres. Jordi y Frederic-, lanzarle “este reto florentino” a modo de juego floral con que hacer más llevaderos estos calurosos y lánguidos meses de verano.

Usted (déjeme, por respeto, que le trate de esta manera) ha despertado mi voraz apetito didáctico. Y digo esto porque, empeñado como estoy en recuperar la pedagogía libertaria de Ferrer i Guardia, indefectiblemente unida a la bienhadada Institución Libre de Enseñanza, su intención de escribir “una historia” me ha servido como auténtico acicate para sacar provecho de tanto afán científico como el que mueve este foro. Ellos, los foreros, no lo aprecian, pero dominan como nadie el don de la enseñanza porque saben y quieren ser útiles mostrando lo que saben y lo que ignoran ¡Y encima disfrutan con ello! Las horas que estos señores dedican a la ciencia, a la humanidad en definitiva, tratando de animarse, aconsejando, ilustrando y refutándose entre ellos… nos lleva a que neófitos como nosotros (en mi caso, típico tonto de pueblo que se arrima a su vera para ver si pilla algo), son las horas más bellas y provechosas de que he disfrutado delante de una pantalla.

Efectivamente, dejando a un lado premios y concursos, como bien nos aconsejan los que saben, ¿qué le parece que para el 15 de septiembre hayamos colgado nuestras respectivas historias “geológicas” en el hilo “Literatura mineralógica”?
Por cierto, de una u otra forma prometo resarcirle y hacerle revivir, aún con más intensidad, el color, el sonido y el olor de los fuegos artificiales que se perdió por mi culpa. Con un añadido además…, que intentaré los perciba usted, como si de un regalo se tratara, unidos a la sensación de mi amistosa compañía.

Por cierto; Sres Fabre. Frederic, Al mar, foreros todos… con la mirada puesta en la minero-ficción láncense al ruedo de la apuesta…, mójense y saquen a relucir sus irisadas lenguas viperinas, sus templados aceros literarios… enciérrennos, a los neófitos pretenciosos, en las fosilizadas cavernas del silencio después de abatirnos con una dialéctica lección, en toda regla.
Volver arriba
Responder al Tema Responder citando
Me gusta
   

Jordi Fabre
Coordinador General del Foro



Registrado: 30 Ago 2006
Mensajes: 8638
Ubicación: Barcelona


Acceso a Galería FMF title=

Ver perfil del usuario

Enviar mensaje privado

MensajePublicado: 28 Jul 2010 19:32    Título del mensaje: Re: Reto Florentino  

Hala, pues ya he separado los mensajes relacionados con lo de la presunta obra literaria, y los he agrupado en este nuevo hilo al que he dado el muy literario nombre de "Reto Florentino". Ahora a ver si sigue su curso adecuadamente.

Isidro, muy bueno lo de "por las empinadas cuestas de peridotitas de mi pueblo". ¿Ve lo fácil que es ponerle un poco de mineralogía a las cosas? ;-)

_________________
Todo suma
Volver arriba
Responder al Tema Responder citando
Me gusta
   

Isidro García Cigüenza




Registrado: 19 Jun 2010
Mensajes: 21
Ubicación: Serranía de Ronda

Ver perfil del usuario

Enviar mensaje privado

MensajePublicado: 28 Jul 2010 21:16    Título del mensaje: Re: Reto Florentino  

Sr. Jordi: Es usted una joya de colección... Pero no del tipo de la wulfenita del que maliciosamente se dice "es un mineral de colección de escaso interés científico". Usted no tiene escorias por donde cogerlo, todo es aprovechable, hasta su infatigable labor de "apaga fuegos foreros". Lo que me pregunto -matrimonial, que no mineralógicamente hablando- es si en los recovecos de su tiempo guarda algo para sí mismo y para los suyos.
El Album de Minerales, Rocas y Fósiles, va viento en popa. Como capitán de este navío le hago saber que el niño ya pega patadas, que se mueve tanto que parece que tuviera "azogue"; y que vaya limpiando el polvo de ese champán para cuando lo inauguremos.
Volver arriba
Responder al Tema Responder citando
Me gusta
   

CARLESgr




Registrado: 03 Abr 2008
Mensajes: 163
Ubicación: Malgrat de Mar (Barna)

Ver perfil del usuario

Enviar mensaje privado

MensajePublicado: 15 Sep 2010 21:18    Título del mensaje: Re: Reto Florentino  

Hola a todas/todos.

Aviso: a mí me han liado y no voy a decir quién (entre nosotros, el Sr. Isidro García), así que si hay quejas por lo que adjunto, se las envíen por escrito a su dirección. Además, parece que me han dejado solo ¿no había de apuntarse más personal? Quo vadis, Carles?

En fin, como dijo el amigo Isidro, que sirva de divertimento.

A (mineral) LOVE HISTORY

Pasados unos eones, una poca tranquilidad retornó a este mundo casi vacío. Sismos y volcanes dejaron de importunar a cada momento, vamos…, cada cientos de años. En un lugar impreciso, en una época indeterminada, se estaba produciendo uno de esos milagros con los que la Naturaleza se mostraba pródiga, como intentando compensar de alguna forma tanto desbarajuste y desastre. Entre las fisuras de un batolito granítico ascendía savia nueva desde los infiernos. Se abría paso a base de empellones incandescentes y gaseosos, incluso líquidos, por la enorme presión con que se cocinaba ese caldo. Poco a poco iba perdiendo su chulería en la subida y dejando un rastro pegmatítico hasta que, en un definitivo esfuerzo, se abandonaba a su suerte al tropezar con roca viva. Ahí se acomodaba haciéndose un lecho y agonizaba muy lentamente de frío. Pero su esfuerzo no sería vano. Dejaría una numerosa prole en forma de sublimes gérmenes cristalinos aquí y allí, a medida que las fuerzas caloríficas se le escapasen. Tan sólo unos pocos estaban destinados a fructificar en imagos minerales desde su estadio larval.

Y ésta, es la brevísima historia de dos de ellos.

Mientras Ahumado atomizaba (que es como se llama al pensar entre los cristales, al menos entre los puros) en aniones y cationes, daría todo su sistema trigonal por estar junto a Violeta, situada en la antípoda de la geoda. Lo que más le exfoliaba -debo aclararlo también, así es como se llama al enfado entre los cristales- era atomizar que tenía a esa banda de encapuchados haciéndole la corte. Tiesos e imponentes, casi rodeándola. Él, en una esquina, emergía con sencillez, no exenta de vigor, de una placa de albita de librea nívea con manchas de leopardo por culpa de unos “va-por-ci-llos” de manganeso. Sus 11 centímetros de estatura eran parcos frente los 14 y hasta 18 de los enmascarados. Pero su gallardía, allí plantado, sus lados diáfanamente difuminados y delicadas aristas en bisel, lo convertían en el Príncipe de la Geoda.
Violeta era amatísticamente perfecta. Cuando Ahumado atomizaba en ella, la entronizaba como su Reina, realmente parecía el corazón de la geoda, por algo su cetro y su porte esbeltamente aristocrático de 9 centímetros. Su delicado pie, yuxtapuesto a una plebeya ortosa de Manebach, era la cosita más linda que jamás se creó. Lástima que sus átomos no pudieran interaccionar con los de Violeta en el momento preciso. Hubiera nacido un hermoso ahumado-amatista biterminado.

Atomizaba con tristeza en ello, cuando su comportamiento resonante le avisó de que algo sucedía más arriba, a medio metro por encima de su límpida testa. Su lecho vibraba de una forma no resonada antes, no eran sordas y progresivas ondas sísmicas. Aguardó acontecimientos con paciencia -de eso sabía mucho-. De repente, una explosión de luz, algo que desconocía por completo, excitó sus redes cristalinas como sólo el atomizar en Violeta podía hacerlo. Fue un parto más bien violento y temió por Violeta. Lo siguiente fue resonar (por si no os lo habíais imaginado, significa notar, sentir, entre los cristales) unas manos y unas herramientas que hurgaban en el espacio que había sido su morada durante 600 mil años. Pronto estuvieron en el exterior, lavados y envueltos primorosamente. Pero antes de eso último, las manos que los habían sacado los elevaron al cielo como una ofrenda al Sol y los cristales resonaron que, desde ese preciso instante, pertenecían al amo de tales manos.

Partículas lumínicas traspasaron sus redes cristalinas de nuevo. El interruptor había chispeado y la luz se derramó sobre la vitrina. El amo y otros dos humanos atisbaban desde el cenit. Una sonrisa de íntima satisfacción modelaba el rostro del amo y los otros le acompañaban: uno con bufidos, el otro versionando un tema canino -“Guaau, guau, guaaau…”- ¡Qué raros, los humanos! No contentos con lo que son -y mira que es difícil entenderlos-, ¿también ansían ser gatos y perros?... que quisieran ser un cristal como Violeta, vale… ¡Tsch! ¿Quién los entiende?...

Un cosquilleo piezoeléctrico le recorrió al abrirse la hoja corredera dando paso libre al interior del “cofre del tesoro”, que así llamaba el amo a este habitáculo. Unas manos conocidas se deslizaron algo inseguras, temblando levemente y rodearon con fervor al deslumbrante cuarzo amatista. Ahumado estaba acostumbrado a esas idas y venidas, pero no por ello dejaban de intranquilizarle. Los humanos son realmente torpes.
Afuera, seis ojos se iluminaban con luz propia, y ajena, aquella que transmitía el brillo de las caras de Violeta.
-“¡Qué color, qué color, madre míiaaa!”- decía el “canino”, sieeempre tan expresivo.
-“Fíjate. Creo que deberías moverlo de sitio, al lado de ese otro estaría mucho mejor.”- Los seis ojos orbitaron al mismo tiempo siguiendo la trayectoria del dedo.
-“Sí, yo también lo creo”- asintió el del color.
-“¡Oh! Sí. A éste también tenéis que verlo de cerca… Mirad, mirad…”- ahora izaba a Ahumado a contraluz para mostrar su magnífica transparencia detrás de esa neblina que se desvanecía gradualmente al ascender hacia la punta. Enmudeció de repente, al percatarse de dos gránulos en su interior, no muy adentro, en los que no había reparado hasta ahora.
-“¡Hey! ¿Creéis que pueden ser granates eso que se ve ahí?”-
-“Uuummm… sssí que lo son”- dejó ir el que sugirió el cambio, soltando la lupa que colgaba de su cuello, tras analizar brevemente el cristal.
Al amo no le dio tiempo a responder. Una palmada en el omoplato, cual coz caballuna, le lanzó hacia delante. No limó con los dientes el canto de la vitrina por poco. Sus manos y antebrazos se habían cerrado por impulso eléctrico abrazando ambos cuarzos. Una aviesa mirada detuvo la efusividad del sonriente amigo.
La sensación era unánime. Una vez colocados juntos, Ahumado y Violeta, el resto de la vitrina parecía desaparecer en la zona muerta de sus ojos. Permanecieron en silencio -incluso el sonriente- durante un largo minuto y, si les hubiésemos preguntado en ese momento, no hubieran sabido explicar qué les estremecía.

Por la noche, antes de irse a la cama, el amo ordenaba cuatro cosillas: etiquetas movidas, algún mineral desplazado y repasaba con deleite las seis repletas baldas de cristal. No reparó en gastos para tener a sus dos cristales favoritos a buen recaudo y ahora compartían una robusta caja de plástico anticaídas y estaban perfectamente sujetos. Su cariño por ambos sólo era parejo al que profesaba por la familia.
Tomó aire y lo soltó con fuerza, relajado. Dio unos pasos hacia el interruptor de la luz sin darles la espalda, disfrutando de la vista cambiante y apagó la luz. Se quedó quieto un momento, y luego otro; juraría haber distinguido un fulgor fantasmal justo cuando la vitrina se desvaneció, pero… nonó. Sería un reflejo. O una reacción de sus ojos… Y se fue.

En la oscura habitación planeaba un profundo silencio. Ahora, los cristales estaban cristalizando (que es como se llama al recordar entre ellos, por lo menos entre los más bonitos -que son los más inteligentes, ya os diré porque-). Cristalizaban el tiempo pretérito aquel cuando, en el seno de la geoda, dormían eternamente en la más profunda de las noches. Cristalizaban la calma perdida, las engañosas caricias de las arcillas, muy coloides ellas, dispersando sus silicatos alumínicos para intentar unirse a los dióxidos silícicos. Los cristales en formación con poca cabeza (que de todo hay en todas partes), se dejaban seducir y acababan hechos unos zorros cuando se enfriaban los líquidos y gases incandescentes. Los inteligentes toreaban esas veleidades y florecían magníficos y libres. Por eso os decía que son más inteligentes los más hermosos. ¿Es comprensible, verdad?

Ahora estaban juntos, al fin. La tenía justo al ladito y aquellos tres lo habían dejado claro, hacían muy buena pareja.
¿Quién dijo que los cristales de cuarzo deben ser calentarlos para que sean termoluminiscentes? Cosas hay que no pueden entenderse así como así y unas pocas sólo se dejan ver con los ojos del amor. Ahumado estaba combustionando y no existe una oscuridad capaz de ofuscar un fuego así. Flashes minúsculos le sacudían como una ola desde su base albítica que chisporroteaba como la risa loca de un niño, hasta el fin perfecto de sus caras, allí donde su luz termoluminiscente creaba un halo multicolor. Sus ojitos granatosos lanzaban guiños, ahora sí, ahora no, al ritmo de una canción de alto voltaje. A su lado, Violeta, recatada, no seguía su fiesta.

Pasó algo de tiempo, no del nuestro, del suyo, antes de que le respondiera tímidamente. Al principio, fueron unos débiles resplandores que lamían las perfectas planicies de su cuerpo tostado. Luego, su comportamiento piezoeléctrico se desbocó. Sus laditos simétricos se sonrojaron y dibujaron manchitas coloreadas en la cara de Ahumado. Éste parpadeó incrédulo porque no acabar de comprender que el momento tan anhelado acababa de fulgurar.

Poco o nada importaba que estuvieran en un montón revuelto y cubiertos de tierra, porque seguían juntos. Una mariposa entró volando perezosamente por lo que antaño fue la fachada de la casa, ahora hecha migas y devorada por raíces como sarmientos. Un ligero viento del Norte exhalaba su fresco aliento y los olmos que habían tomado posesión del lugar, rumoreaban entre sí. El insecto alado atravesó la irreal estancia como si tal cosa, hasta desaparecer por un único hueco existente que fue ventana, y se elevó en el cielo. A través de sus fantásticos ojos facetados, si pudiese ver algo más que colores, vería un mundo casi vacío. Hasta el horizonte el paisaje se repetía monótonamente. Restos confusos de una antigua civilización eran fagocitados por un inmisericorde manto vegetal.

A los que quedaban, animales, vegetales y minerales no les importaba haberse quedado solos. Lo estuvieron antes y vivían por lo que llevaban escrito en sus átomos, ésa era su misión: ser lo que debían ser. Iban a lo suyo. Los humanos, salvo contadas excepciones, apenas tuvieron un sitio en sus vidas. De todas formas, sólo fueron un suspiro en el huracán del Tiempo.

Ahumado i Violeta continuaron termoluminisciendo (así se denomina a la acción de conversar entre los cristales, en general, -y no sé matizar más-). Y esperaron. Para ello tenían no mucho menos que una eternidad. Esperaron un metamorfismo, regional o de contacto -aunque preferían éste último-, que los licuara con su aureola de irresistible calor. Con que fueran ellos los afectados y poco más, sería suficiente. En cada uno de sus átomos residía el deseo de fluir por segunda vez y, en una sola corriente alborozada, llegar a ser ya no dos, sino uno solo: el enorme cristal soñado, de perfectas imperfecciones e incongruencias, dos colores en uno. ¿Qué importaban la cristalografía y sus leyes? Serían todo lo inconstantemente asimétricos que quisieran. La irracionalidad que aplicarían en sus relaciones entre sus caras y la de referencia sería la correspondiente a su juventud, o sea, casi absoluta. ¿Y qué decir de la cansina inconstancia de sus ángulos diedros, si no resultado de la indisciplina de sus locos átomos?

¡Ah…! El Amor y sus veleidades… ¡Cuánto se ha hecho y deshecho en su nombre y por su causa! Y ahora, lo más curioso, y casi diría fantástico de esta historia verdadera; un nexo común entre minerales, animales, vegetales y humanos: resulta que la acción de amar se dice de igual modo y significa la misma cosa entre todos ellos.
Para reflexionar.

Un saludo.



IMG_2404.jpg
 Descripción:
Éste es el culpable de mi inspiración. No es el “hermoso ahumado-amatista biterminado” sobre el que idealizaba en el cuento pero, francamente, no espero encontrar una cosa que la supere.
 Visto:  19876 veces

IMG_2404.jpg



IMG_2415.jpg
 Descripción:
Sus medidas: 185mm x 112mm x 95mm.
En cuanto a las fotos, lo siento más que nadie, pero por el momento es casi lo mejor que puedo conseguir.
 Visto:  19940 veces

IMG_2415.jpg



IMG_2423.jpg
 Descripción:
Sacado de las entrañas de la tierra de la pedrera de El Mas Ceber el día de San Juan del año 2007. Si me acordaré yo, que llegué tardísimo a la cena con unos amigos y aparecí con el cuarzo de 1,6 kg en las manos para justificarme.
También se acordará Pepe, pues era de una geoda que encontró él y que más tarde trabajamos juntos.
 Visto:  19864 veces

IMG_2423.jpg



_________________
Carles Gili Royes


Grup Mineralògic Català
Volver arriba
Responder al Tema Responder citando
Me gusta
   

Isidro García Cigüenza




Registrado: 19 Jun 2010
Mensajes: 21
Ubicación: Serranía de Ronda

Ver perfil del usuario

Enviar mensaje privado

MensajePublicado: 15 Sep 2010 21:52    Título del mensaje: Re: Reto Florentino  

¡Menos remilgos, Sr. Carles, que "lo prometido es deuda", y en este foro los hombres nos vestimos por los pies. Ahí va mi aportación en la fecha señalada. Se me ha adelantado usted, es verdad..., pero ya sabe lo del refrán: "No por mucho madrugar...."

Efectivamente no va a ser este un reto a vida o muerte, porque ¡voto a Dios!, que en valentía usted me gana (lo ha demostrado tirándose desde una avioneta a 4000 metros de altura). Sin embargo... veremos lo que opinan los lectores (si los hubiere).

Llegados a este punto que sean los hados foreros quienes diriman la bondad de cada texto. Le admiro y por eso mismo le respeto, pero en tratándose de retos aquí le dejo mi porfía, hecha con retazos literarios de los amigos que conformamos este mineralógico contubernio:
Por mi parte, esta noche, pausadamente, voy a leerme y hasta relamerme con su historia que sin duda me sabrá a gloria.





FREDERIC



Frederic era una de esas personas en las que el orden y el tiempo estaban perfectamente regulados. Por nada del mundo alteraba el uno ni el otro y, mucho menos, ambos a la vez.
En lo que respecta al tiempo, no lo desperdiciaba nunca pues andaba tan enfrascado en sus menesteres que si por una casualidad, bien extraña por otra parte, perdía un solo segundo en vaguedades o cosas inútiles no regateaba en dedicar horas y horas hasta recuperarlo. Y con respecto al orden, indicar que centraba su interés por encima de todo en un muestrario de minerales que, amén de los propios, reunía también los de un antepasado suyo, lunático como él y entregado hasta el desfallecimiento al mundo del coleccionismo.

“A los nueve años –manifestaría con orgullo en alguna ocasión-, descubrí el placer de coleccionar cristales de colores. Encontraba botellas rotas y las machacaba, escogiendo algunos trocitos de más o menos un centímetro, que luego guardaba cuidadosamente. Los tenía verdes, azules, marrones, transparentes, de todos los colores, y a sus ojos eran todos piedras preciosas: esmeraldas, diamantes, zafiros, granates... Guardados en una cajita, bien separados y cuidados con esmero los consideraba todo un tesoro”.

“Fue también por aquel tiempo –continuaría revelando- cuando aprendí una valiosísima lección. Se me ocurrió que, además de coleccionar cristales de colores, podía también coleccionar caramelos. Eran casi tan bonitos como los cristales, de un tamaño perfecto y de una gran variedad de tonos y colores. Cada vez que me daban caramelos, en vez de comérmelos, incrementaba mi colección. Pensaba que ya tendría tiempo de comérmelos cuando quisiera. Hasta que un buen día de verano, al abrir mi caja me encontré con los caramelos babosos, pastosos, pegajosos y estropeados por el calor. Ese día, a pesar de mi corta edad, aprendí que en esta vida hay que ser eminentemente práctico y disfrutar ahora de lo que tienes ahora porque dejar las cosas en un -para mañana-, sería demasiado tarde”.

No tendría nada de particular nuestro hombre, comparado con otros minerálogos de su misma catadura si, ya en la madurez y llevado de su ímpetu científico, no le hubiera dado por conducir su afición hasta límites insospechados pues, no conforme con clasificar, ordenar, reordenar y volver a ordenar sus pedruscos, ahora de verdad, se metió en tal berenjenal de pruebas químicas y no tan químicas que, aunque nunca sus experimentos llegaron a explotarle en las manos, acabarían a la postre reventándole el corazón.

Se empeñó nuestro Frederic en emular en su propio cuerpo, como si de un embarazo sideral se tratara, las transformaciones y procesos que con tanto ahínco había ido descubriendo en la orogénesis y metamorfosis de sus propios minerales.
Partiendo de la premisa de que el ser humano procede del polvo de estrellas muertas cuyo origen –insistía él- se hallaba en una la explosión de una supernova, llegaba a asegurar que “el oxígeno que respiramos, el calcio de nuestros huesos, el hierro de nuestra sangre y el carbono de nuestras células se forjaron hace millones de años en el interior de los cuerpos celestiales”. A renglón seguido, y sin apenas solución de continuidad (como si pararse a pensar en este caso supusiera una pérdida de tiempo) concluía taxativamente con aquella frase paradigmática de que “Es fascinante pensar que algo que se arroga en exclusiva el ser humano: la búsqueda de la perfección a través de la armonía en las formas o la pureza de la belleza a través de la transparencia, etc., es algo que ya existe de hecho en el reino inerte de las piedras”. Y esa vocación de transcendencia del reino mineral era algo que le sobrecogía y emocionaba. “Me gustaría –concluía- reproducir en mi interior el trabajo de la madre Naturaleza y fabricar mis propias piedras, y sentir en mis entrañas el soplo de ese espíritu cenital que se halla en las estrellas”.

Resumiendo, y dejando aparte esa venilla artística y “sublimal” que les sale a los científicos en su atrevimiento por coquetear con la poesía:

“…No quiero grandes erupciones esta noche,
ni soportar la presión de un amor profundo,
fenocristalino.
Tan sólo un ligero metamorfismo de contacto,
sobre todo de contacto,
que luego sepamos esconder
tras el sedimento
que arroja la mañana…”

nuestro minerálogo se empecinó en convertir su propio cuerpo en conejillo de indias o, mejor aún, en todo un centro experimental donde elaborar no ya la piedra filosofal (que de sobra sabía él se trataba de una absurda e insensata quimera) sino la “piedra energical”: una fuente de energía en sí misma, que desde dentro y sin necesidad de aporte de proteínas o grasas de procedencia vegetal o animal nos liberara de la esclavitud a que tal dependencia nos hallaba sometidos. En definitiva: pretendía generar por sí y en sí mismo los principios inmediatos que el propio cuerpo necesita.
Es de reconocer que a cualquier ajeno a la materia bien pudiere parecer tal pretensión alocada y sin sentido… Sin embargo, y basados en el estudio de los procesos y de la facilidad con que nuestro cuerpo produce sustancias minerales (ya en formato semilíquido, de cálculos renales, piezas dentarias, huesos, hematíes o la simple queratina de la lámina ungueal), lo cierto es que la idea no resultaba tan descabellada.
El simple hecho de haber logrado forzar a su propio cuerpo a sintetizar oxalatos a partir de la neutralización del ácido oxálico en base al intercambio de cationes, y, en su defecto, obtener los ésteres correspondientes tomando como base la esterificación del cloruro de oxalil, ya le dio alas para imaginar otros procesos y apreciar, ingenuamente, que el objetivo lo tenía casi al alcance de su mano. Y es que, la obtención de dicho oxalato potásico a partir de la fórmula HO2CCO2H + 2 KOH -> KO2CCO2K + 2 H2O, se le antojó paradigmática y fue precisamente en ese momento cuando inició, ya entregado a la cuestión por completo, una vorágine de pruebas y más pruebas que, además de dejarle el cuerpo entumecido, le convirtieron en un espécimen humano de lo más ajado e irregular.
Comenzó nuestro hombre por disminuir la cantidad de orina producida, bebiendo poca cantidad de líquidos; por incrementar la excreción de elementos que conforman piedras, como el calcio, la xantina o los fosfatos; cambiando radicalmente aquellas costumbres dietéticas, que tanto trabajo le costara a su madre arraigaran en tan melindroso comensal… Así, donde antes escanciaba agua corriente, ahora lo hacía con aguas herrumbrosas y ricas en minerales; donde antes colmataba sus platos de riquísimos guisos de arroz con conejo, ahora lo hacía con polvorientas arcillas pigmentadas de óxidos y carbonatos; donde filetes de ternera en su jugo ahora haluros disueltos y sulfatos hidratados… En fin, que su estómago más que un órgano del aparato digestivo donde el bolo alimenticio se transforma en una papilla llamada quimo, acabó pareciéndose a un molino de bolas de esos que, mal que bien, trituran hasta convertir en polvo las rocas calcinadas.
En una noche de plenilunio, una de esas en las que el ánimo se predispone a vivir algún suceso extraordinario, nuestro amigo, que se hallaba todo ocupado en cortar un trozo de roca lo más finamente posible y limarlo con un trozo de carburundum hasta conseguir los 45nm de grosor que se había propuesto, se llevó un sobresalto morrocotudo. Después de pegar la pieza al cristal y sumergirla en resina, y apenas colocada en su microscopio petrográfico, fue al manipular el polarizador cuando empezó a apreciar elementos extraños en el espectro que visualizaba. ¡No podía dar crédito a lo que estaba viendo! En el interior de la muestra que analizaba, y que no era otra que una piedra extraída de su propia excrecencia renal, había apreciado un levísimo movimiento. Era como si de algún sitio, de una macromolécula quizás, se estuviera generando un flujo burbujeante apenas imperceptible... Lo atribuyó en un principio al deslizamiento de posibles maclas incontroladas del propio mineral, pero aún así el fenómeno resultaba absolutamente anodino y extraordinario. Intentó graduar aún mejor el ocular de proyección; hizo girar los polarizadores uno respecto al otro hasta bloquear toda la luz; abrió y cerró intensamente sus propios párpados para cerciorarse de que no soñaba, de que la visión que se le estaba presentando ante sus ojos era real y se estaba produciendo en aquel mismo momento… ¡el milagro se estaba haciendo realidad: una nueva materia, quizás la piedra energical que con tanto ahínco buscara, estaba tomando cuerpo, estaba naciendo a la vida!
Tal como había calculado: una alimentación controlada, unos hábitos higiénicos absolutamente regulados y un modus vivendi técnicamente milimetrado habían dado los frutos apetecidos: su propio cuerpo era capaz de generar principios energéticos y proteínicos al margen de las fuentes tradicionales de suministro. Él lo explicaba así: “La dependencia de animales y vegetales podía estar dando sus últimas bocanadas. La fotosíntesis: atributo en exclusiva de las plantas podía ser autorregulada por el propio cuerpo. La luz del sol, las distintas tierras componentes de la geología de cada lugar y las aguas, tanto dulces como saladas, resultaban más que suficientes para dar al cuerpo la consistencia y medios de vida autosuficientes”.
La transcendencia del descubrimiento era inimaginable: con su invento, la desaparición del hambre en la población era un logro al alcance de cualquier país subdesarrollado; el afán de las multinacionales por controlar el mercado de semillas y tener dominados así países e individuos carecía de toda efectividad; las transformaciones tremebundas que se anunciaban con el cambio climático o la dependencia energética de elementos aportados por otros seres vivos para viajar al espacio exterior ya no eran amenazas insuperables: la humanidad, a partir de su aportación podía considerarse un poco más libre, un poco más independiente. “Polvo de estrellas eres y con polvo de estrellas te nutrirás” esa fue a partir de entonces su máxima y a ella dedicaría el resto de sus días.
Es verdad que aún no tenía muy claros los efectos colaterales que tal revolución podrían tener para su propio cuerpo y ni siquiera para su propio pensamiento, pero ¿qué podría eso importar si había conseguido un avance tan importante, tan sumamente trascendental para el conjunto de la humanidad?
Pasaron los meses y los días. Pasaron sí, pero no en balde porque nuestro Frederic seguía, erre que erre, en su empeño científico, filantrópico y libertador al mismo tiempo. Es verdad que cada vez se sentía menos ágil…, un poco más pesado. Lo atribuía, lógicamente, al mucho tiempo que pasaba en su laboratorio y, cómo no, a la edad que no perdona.
Las cosas le iban viento en popa y, de la universidad empezaban a llegar reconocimientos, invitaciones, propuestas y lo que más le alegraba, cuantiosas remuneraciones que hacían posible la continuación de sus experimentos. Era rara, sin embargo, la vez que se dejaba ver por las aulas, los auditorios y los despachos. Menos aún por los plató de televisión. Su vida era más propia de un lobo solitario que de una ardilla vistosa y juguetona, deseosa de aplausos y fotografías. La única afición que se le conoció, la de montar en moto, la hacía compatible, más como justificación de sí mismo que otra cosa, con irse por ahí a buscar arcillas y elementos terrosos con que satisfacer sus necesidades de materias primas. Amigos tenía los justos; animales, un gato romano de amplias crines y redondos ojos; amores…, ninguno que se supiera.
Hubiera llegado a convertirse en un venerable profesor de no ser porque, una mañana, alarmado por el entumecimiento a que habían llegado las articulaciones de su cuerpo, por la falta de oxígeno en los pulmones y el bloqueo de sus ventrículos, no había podido levantarse de la cama. La asistenta que le atendía en el arreglo de la casa se lo venía advirtiendo desde hacía tiempo: “aquella alimentación malsana sólo podía conducirle al mal de la gota, del que ella sabía mucho por el padecimiento que había sufrido su santa madre que en gloria esté”. Él le respondía que ese mal lo padecían los que, precisamente, abusaban de grasas animales, y que él, en ese aspecto, no tenía nada que temer. Sea como fuere, se llamó al facultativo.
El sólo movimiento lateral de la cabeza del doctor, acompañado de un gesto preocupante realizado en la comisura de sus labios, fue suficiente para que nuestro Frederic supiera que las malas noticias eran inminentes:
-Amigo mío, le vamos a hacer las pruebas y analíticas pertinentes, pero el asunto me da muy, pero que muy mala espina.
-¿Cómo ha de ser eso, doctor? –repuso él- El reuma y la artrosis es algo que hemos venido padeciendo en mi familia desde años atrás. No creo que sea más grave la mía que la de mis antepasados….
-Ahí radica el problema –dijo el sanitario -. Por las apreciaciones que puedo hacer, así a simple vista, el problema es un poco más…. ¿Cómo diría?... recalcitrante. Sí, eso es: recalcitrante. De todos modos le voy a prescribir unos calmantes e inmediatamente haré venir a una ambulancia para que, a la mayor brevedad, le realicen las pruebas que voy a prescribir.
Y este fue el principio del fin, o quizás mejor el fin del principio porque desde entonces todo se precipitó (y nunca mejor dicho): las sales disueltas en sangre que con tanto esfuerzo nuestro aprendiz de brujo había acumulado en las más recónditas entrañas se fueron depositando y hasta solidificando en los mil y un recovecos de su cuerpo. Primero resultaron afectadas sus articulaciones, luego las vías sanguíneas y por fin las respiratorias. El dictamen de los doctores era unánime: “sobredosis mineralógica con bla, bla, bla…..”
Paralizado y perplejo quedó también el ánimo de nuestro amigo, cuyas neuronas, quizás milagrosamente, se habían salvado de la debacle fisiológica a que habían llevado tanto experimento. Y fue allí, tumbado sobre la cama, cuando entendió que su cuerpo, blanco y frío, se estaba convirtiendo en una auténtica estatua de sal.
Dicen los que le conocieron que, después de dietas y más dietas a base de espinacas rehogadas, jamón cocido y agua de manantial (traída especialmente para él de las areniscas del Aljibe, allá por los confines de la provincia de Cádiz), fue recobrando la movilidad, aunque no toda. Y que, arrepentido de haber querido transformar en tan poco tiempo lo que la naturaleza había tardado en conformar millones y millones de años, se refugió en Internet. Y que encontró su sitio en un Foro de minerálogos empedernidos donde intentaba desarrollar, en detrimento de sus escasas fuerzas, las aún intactas ansias científicas y humanitarias que siempre le caracterizaron.


Epílogo:
La búsqueda de tesoros escondidos en el interior de la tierra creo que no es mera codicia por el dinero que ello reporta. Hay algo más. No sé qué es, pero hay algo más. Tal vez no sea sino una metáfora de algún otro tesoro que habite en lo más profundo del ser humano, enterrado en el planeta de su cuerpo.
(José Miguel)

A todos los foreros del FMF y, en especial, a Federico Varela Balcells.
Volver arriba
Responder al Tema Responder citando
Me gusta
   

Manel Potter Agell




Registrado: 04 Ene 2010
Mensajes: 98
Ubicación: Blanes (Girona)


Acceso a Galería FMF title=

Ver perfil del usuario

Enviar mensaje privado

MensajePublicado: 15 Sep 2010 22:01    Título del mensaje: Re: Reto Florentino  

¡Y aquí estoy yo, que no me olvido! ;-) Supongo que no llego a la suela de los zapatos de cualquier experto que participe, pero bueno, aquí os dejo una muestra "sin" final de mi ampulosa imaginación. Si no entendéis algo no os agobiéis (todo tiene un por qué, lo que pasa es que esto es un fragmento... He hallado una solución que lo hace más mineralógico y, de rebote, le da un sentido). Me aparto de vuestro camino y adelante, Fulvio os espera impaciente en su cabaña de los acantilados:



EL CRISTAL ONÍRICO

Aún recuerdo aquel crepúsculo. El Sol me amenazaba con sus últimos rayos, marchándose forzadamente por el horizonte. No paraba de vociferar «El próximo amanecer volveré, maldito Qurqmikiano. ¡Ya conozco vuestro secreto!». Las gaviotas graznaban sinfonías salvajes surcando las nubes ya descosidas y sesgadas por la brisa marina. Me hipnotizaba aquella caótica danza añil que las olas ejecutaban mientras el minutero de mi reloj desgranaba el tiempo con parsimonia. Los embates rítmicos del océano, disparando al aire el alcalino olor de la sal submarina, acompañaban la letanía de las aves mientras desmoronaban sin descanso el pie del acantilado.
Logré apartar la mirada del zafiro ondeante y me fijé en mis manos. La luz agónica del Sol me las impregnaba de un ámbar acogedor. Esbocé una sonrisa. Al fin y al cabo, la deidad del día no se había indignado tanto como aparentaba a causa de mi reluctancia a explorar aquella desconocida isla. A veces era molestamente exagerado, el Sol. ¿Cuándo dejaría de insistir en que visitara aquella dichosa ínsula?

Una gaviota abandonó la formación y voló hasta mi lado. Se posó hábilmente en una roca saliente, batiendo unas cuantas veces sus alas gris perla manchadas de tinta china para mantener el equilibrio. La observé de soslayo ya que, por alguna razón que aún no logro comprender, no me molesté en girar completamente el cuello. Distinguí sus gráciles patas de coral, que se flexionaban y se agitaban constantemente. Quizá las piedras angulosas se le clavaban en las membranas interdigitales y le hacían moverse tan grotescamente. Mi vista escaló hasta su diminuta cabeza, similar a una almendra cubierta de nieve pura, que se orientaba hacia el vasto océano. Aun así, sé que me observaba disimuladamente con su ojo izquierdo. Era un ojo ardiente; era como si unas llamas innocuas chispearan en el interior de su globo ocular. ¿Por qué permanecía tan quieta? Me daba la sensación de que posaba ante mí para que la describiera mentalmente…

Más tarde, en su pecho de mármol lustrado se clavó el último rayo de luz y, entonces, un telón lúgubre resbaló del espacio para dar paso a la dama noctámbula.
Me alcé, desbaratando la abstracción que me había dominado, y di unos azotes a mi pantalón para que expeliera todo el polvo que había tragado durante la tarde. La gaviota, al oír los azotes, revoloteó retrocediendo. Sonreí de nuevo. Me parecía gracioso ver al animal escrutándome con tanta insistencia.

Me incliné y le tendí la mano. No esperaba que se acercara a ésta, ya que a lo largo de mi flemática y silenciosa vejez, en la que las gaviotas, mi perra, el océano y el agreste bosque habían sido mis únicos y fieles amigos, había aprendido que esas aves marinas eran muy reticentes. Mientras agitaba los dedos inútilmente, observé la playa pálida que se extendía hasta el delta y evoqué aquellos días de verano que malgastaba allí con Rodinia. Recordé el primer beso. Fue tan tierno, tan exquisito, tan cálido…
Súbitamente, los pensamientos escaparon de mi cabeza y observé, anonadado, las patas del pájaro. ¡Se dirigían a mí! Dando unos indecisos y menudos pasos, llegó a mi mano. La picoteó y se alejó de nuevo, retrocediendo hasta la roca donde antes reposaba. Traspasó por última vez mis pupilas con sus llamas oculares y echó a volar, perdiéndose entre la lobreguez que había fraguado sin avisar.

Conservé la postura anterior unos segundos, apaciguando la excitación que había causado en mí el comportamiento del pájaro. A continuación, recogí lentamente el brazo y miré el suelo. Algo brillaba lánguidamente entre la monotonía de tonos amortiguados por la noche. Lo tomé con una mano y lo aproximé a mi cara. Era un cristal prismático acabado en una pirámide heptagonal. Resplandecía espectralmente entre mis dedos. Lo guardé en mi mochila y volví a casa andando por los caminos forestales del oeste. La Luna me vigilaba desde una cúpula de azabache y, de vez en cuando, parpadeaba, despidiendo entre sus pestañas una fantástica lluvia de centellas misteriosas y estrellas argentadas.

* * *

Como cada mañana, el despertador berreó su alborada automática, apuñalando sin piedad el narcótico y relativo silencio que flotaba en el aire mientras dormía. Entreabrí los ojos y oí los golpes de las gotas en el tejado de madera. La lluvia llevaba toda la noche batallando contra los ventanucos. Las hojas de las enredaderas que se asomaban al alféizar para aferrarse a los barrotes forjados se flexionaban delicadamente para soltar unas lágrimas gélidas y nostálgicas; quizá lloraban.

Me quité la abnegada manta de encima e intenté expulsar la modorra de mi interior con unos estiramientos de brazos. Nina me miró e hizo lo mismo.

Crucé la cabaña y toqué el cristal del ventanuco. A través de éste, admiré una acuarela de verdes y grises pintada por un haz de aire y agua. El cielo encapotado, lacrimoso y triste, me miraba, imponente, arrollador. Los pinos me rodeaban y notaba que me protegían; me custodiaban con recelo entre sus ramas ahora empapadas y resbaladizas.

Cuando di media vuelta para regresar a la calidez de las sábanas, se aferró a mi cerebro un incontrolable deseo de salir de la cabaña y visitar al océano, que finalmente me persuadió para que sucumbiera a él. Me calcé las zapatillas y caminé por el enigmático bosque. Olía a hierba crujiente, a corteza de pino áspera, a piedra recién bañada con esencia de musgo, a plumas de perdiz resentidas, a resina arañada y a retama suspirando por el temporal.

Llegué al acantilado. Durante el trayecto, mis ropas se habían empapado tanto que ahora eran translúcidas. Antes de asomar la cabeza por el borde del acantilado, agudicé el oído. Escuché los gritos inquietos de las gaviotas, difusos entre los aullidos del viento punzante. Oí los bramidos de las olas que explosionaban en pleno pecho del abismo de roca. Sentí… percibí… Reconocí la tenue voz lejana de una mujer. ¡Rodinia!

Me incliné hacia adelante para hallar el origen de las vaporosas voces. Se diluían entre las corrientes de aire como la pintura de un pincel en el agua de un vaso. No podía distinguir con claridad los gritos, y asomé aún más la cabeza por el borde del acantilado. El abrumador y abrumado océano de azogue se extendía hasta unos confines poco definidos, y sus titánicos e incesantes estrépitos acuosos me impedían encontrar la dama que exhalaba aquellos gritos de socorro.

El desconcierto y el desasosiego se apoderaron de mí, y empecé a vociferar yo también. <<Rodinia>> Una gigantesca e irritada ola impactó furiosamente en la roca y me salpicó los brazos. <<Rodinia>> Un rayo atravesó la densa sábana de nubes como una espada, acompañado de un rugido iracundo que ahogó mi voz, literalmente. La luz eléctrica brilló un microsegundo, iluminando el horizonte que ayer observaba con ternura. Yo caía entre las corrientes húmedas y gélidas que ululaban en honor a la tormenta que me arrebataba la vida. Impacté contra la superficie plateada de reflejos lapislázulis y entonces el océano me encarceló entre sus fauces en una macabra y letal inspiración.

FIN

¿Te has preguntado, durante el recorrido que posiblemente has experimentado al leer el relato, qué significa "Qurqmikiano", o por qué lechugas el Sol habla, quién es Nina o de qué isla habla? Si es así, ¡ya sabes lo que siento al encontrar un mineral y las dudas que esconde en su interior! ;-D

Espero que os haya gustado (aunque sea un poco).
Volver arriba
Responder al Tema Responder citando
Me gusta
   

Isidro García Cigüenza




Registrado: 19 Jun 2010
Mensajes: 21
Ubicación: Serranía de Ronda

Ver perfil del usuario

Enviar mensaje privado

MensajePublicado: 15 Sep 2010 22:47    Título del mensaje: Re: Reto Florentino  

Amigo Manel:

Despues de la lectura de su relato me he quedado absolutamente mudo e impresionado.
La emocion y el asombro me han embargado.
Mañana, cuando al fin pueda respirar y se me haya pasado el fantástico impacto recibido, espero tener suficientes ánimos como para mostrarle, con palabras más resueltas y acertadas, mi más sincera felicitación.
Volver arriba
Responder al Tema Responder citando
Me gusta
   

CARLESgr




Registrado: 03 Abr 2008
Mensajes: 163
Ubicación: Malgrat de Mar (Barna)

Ver perfil del usuario

Enviar mensaje privado

MensajePublicado: 15 Sep 2010 23:20    Título del mensaje: Re: Reto Florentino  

Amigos Isidro y Manel:

Debo deciros tres cosas rápidas, de momento. A ambos, que me siento muy honrado de batirme en duelo con vuestras plumas, teclados, más bien. Quiero, como Isidro, regodearme con la lenta y estudiosa lectura de vuestros admirables textos.

A Manel, ni se te ocurra dejar de imaginar y describir esos universos que te rondan por la cabeza. Nos ha gustado y mucho. Tu talento es inaudito para tu edad y te animo, animamos, a que sigas practicando, participando aquí y donde sea para que crezcas ¿hasta qué punto? Sólo tú puedes -pero no debes- ponerle límite.

A Isidro, que me rindo, hinco la rodilla y le ofrezco mi teclado como señal de sumisión. La densidad, preparación, corrección e imaginación de su cuento me ha emocionado. Frederic tiene que estar echo un flan, ya te digo.

Seguiremos. Un abrazo a ambos.

_________________
Carles Gili Royes


Grup Mineralògic Català
Volver arriba
Responder al Tema Responder citando
Me gusta
   

Frederic Varela
Administrador



Registrado: 18 Nov 2008
Mensajes: 5200
Ubicación: Terrassa (Barcelona)


Acceso a Galería FMF title=

Ver perfil del usuario

Enviar mensaje privado

MensajePublicado: 16 Sep 2010 00:41    Título del mensaje: Re: Reto Florentino  

Ya ni me acordaba del reto florentino....y voy y salgo de protagonista sin escribir ni una letra....Isidro, que eso no se hace, hombre.:)
No me queda más que felicitaros a los tres por vuestras originales historias, todo un alarde de imaginación y de buen hacer literario. Mención especial para Manel por su soltura literaria a pesar de su juventud. Gracias a los tres por el buen rato que me (nos) habéis hecho pasar.
Saludos.

_________________
Frederic Varela Balcells
Grup Mineralògic Català
Volver arriba
Responder al Tema Responder citando
Me gusta
   

yowanni
Administrador



Registrado: 24 Abr 2007
Mensajes: 1647
Ubicación: Cantabria / Madrid


Acceso a Galería FMF title=

Ver perfil del usuario

Enviar mensaje privado

MensajePublicado: 16 Sep 2010 08:36    Título del mensaje: Re: Reto Florentino  

Vaya nivelazo :-)
Muchas gracias a los tres por poner vuestros textos en el foro.

_________________
Jonathan
-----------------------------------
To be a rock and not to roll
Volver arriba
Responder al Tema Responder citando
Me gusta
   

soldevilla




Registrado: 28 Dic 2008
Mensajes: 869
Ubicación: Canyelles


Acceso a Galería FMF title=

Ver perfil del usuario

Enviar mensaje privado

MensajePublicado: 16 Sep 2010 10:24    Título del mensaje: Re: Reto Florentino  

Realmente impresionantes! ¿Cómo voy a ver a partir de ahora los que escriben en plan móvil y a los que coleccionan faltas ortográficas con un encogimiento de hombros???

Carles, después de tu relato, creo que no podré mirar nunca más una macla sin pensar en una peli porno... esto empieza a ser enfermizo.
Volver arriba
Responder al Tema Responder citando
Me gusta
   

Manel Potter Agell




Registrado: 04 Ene 2010
Mensajes: 98
Ubicación: Blanes (Girona)


Acceso a Galería FMF title=

Ver perfil del usuario

Enviar mensaje privado

MensajePublicado: 16 Sep 2010 20:10    Título del mensaje: Re: Reto Florentino  

CARLESgr escribió:
Amigos Isidro y Manel:

Debo deciros tres cosas rápidas, de momento. A ambos, que me siento muy honrado de batirme en duelo con vuestras plumas, teclados, más bien. Quiero, como Isidro, regodearme con la lenta y estudiosa lectura de vuestros admirables textos.

A Manel, ni se te ocurra dejar de imaginar y describir esos universos que te rondan por la cabeza. Nos ha gustado y mucho. Tu talento es inaudito para tu edad y te animo, animamos, a que sigas practicando, participando aquí y donde sea para que crezcas ¿hasta qué punto? Sólo tú puedes -pero no debes- ponerle límite.

A Isidro, que me rindo, hinco la rodilla y le ofrezco mi teclado como señal de sumisión. La densidad, preparación, corrección e imaginación de su cuento me ha emocionado. Frederic tiene que estar echo un flan, ya te digo.

Seguiremos. Un abrazo a ambos.



Te disparo desde Blanes una incruenta bala de agradecimiento; me anima muchísimo lo que me has dicho (creo que es imposible de imaginar cuánto :-D) Lo mismo te digo (aunque no te hagan falta más ánimos para mejorar tu escritura, ya que es perfecta).

Manel Bueno Agell, un niño feliz (hoy, a ver mañana... ^_^)
Volver arriba
Responder al Tema Responder citando
Me gusta
   

Manel Potter Agell




Registrado: 04 Ene 2010
Mensajes: 98
Ubicación: Blanes (Girona)


Acceso a Galería FMF title=

Ver perfil del usuario

Enviar mensaje privado

MensajePublicado: 16 Sep 2010 20:23    Título del mensaje: Re: Reto Florentino  

Isidro García Cigüenza escribió:
Amigo Manel:

Despues de la lectura de su relato me he quedado absolutamente mudo e impresionado.
La emocion y el asombro me han embargado.
Mañana, cuando al fin pueda respirar y se me haya pasado el fantástico impacto recibido, espero tener suficientes ánimos como para mostrarle, con palabras más resueltas y acertadas, mi más sincera felicitación.


¡Sr. Isidro, no sabe cuánto me he regocijado al leer su respuesta! Me impresiona que te agrade "mi" relato, no sabía que estaba tan bien... En fin, muchÍSIMAS gracias por animarme.

Gracias a todos los que habéis leído El Cristal Onírico (aunque haya sido sólo una pequeña parte). Gracias. Gracias. Graciaas.

PD: no entiendo por qué usted no ejerce de escritor... (¡quizá me equivoco y ya lo es!)



diamante1.jpg
 Descripción:
Vuestros ánimos fabrican nuevos mundos que destellan en mi mente cómo los guiños de un perfecto diamante.
 Visto:  19577 veces

diamante1.jpg


Volver arriba
Responder al Tema Responder citando
Me gusta
   
Mostrar mensajes anteriores:   
   Índice -> El Club de los 10000   Todas las horas están según el huso horario GMT + 2 Horas
Página 1 de 2
  Ir a página 1, 2  Siguiente  

 
Saltar a:  
No puede crear mensajes
No puede responder temas
No puede editar sus mensajes
No puede borrar sus mensajes
No puede votar en encuestas
Usted no puede adjuntar archivos en este foro
Usted puede descargar archivos adjuntos de este foro


Fotografías, texto y diseño © Forum FMF 2006-2024


Powered by FMF