Descripción: La prohibición de recoger muestras es ciertamente desproporcionada. En una publicación oficial sobre las geozonas del Cap de Creus puede leerse: “…hay que destacar el fuerte impacto negativo en el patrimonio geológico generado anteriormente a la declaración del Parque por parte de algunos individuos o colectivos, coleccionistas de minerales y rocas que se autodenominan naturalistas amateurs y profesionales de la compra-venta de minerales. Sus acciones han consistido en el expolio de minerales de las pegmatitas y de bloques de esquistos. …”. Nuevamente nos encontramos con que la ciencia oficial, y tras ella la Administración, no solo menosprecia el conocimiento que puedan aportar los coleccionistas sino que les atribuye la destrucción del patrimonio geológico. Es cierto que en el pasado se llevaron camionetas llenas de bloques de esquistos con erosión alveolar para la decoración de jardines pero nunca he visto ningún afloramiento de pegmatitas “expoliado” por coleccionistas. Y como es mas fácil prohibir que regular, pues así está la cosa. Solo las Asociaciones Mineralógicas podrían convencer a la Administración de la conveniencia de establecer una normativa que contemple el coleccionismo de minerales como el hecho cultural que es y no como un delito comparable al expolio de antigüedades tal como ocurre hoy en día.

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